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¡EL DIVORCIO Y LOS HIJOS!




El verdadero fracaso no es que se haya perdido la relación de pareja que se tenía, es no darse cuenta que a los hijos se les derrumbó su mundo y no hacer nada.


Es lamentable la experiencia del divorcio en cualquier hijo, su estabilidad en todos los aspectos se fragmenta al punto de generarles incertidumbre tanto en su presente como en su futuro. Lo mejor que podemos hacer los padres es no complicarles aún más su existencia con decisiones emocionales.


Son escasos los padres divorciados responsables; cumpliendo con la manutención de sus hijos en tiempo y forma, comunicándose con ellos sin que se les presione para que lo hagan, conviviendo con ellos frecuentemente, cuidando que sus hijos no se sientan ni culpables ni responsables del divorcio, y con un excelente entendimiento con su ex pareja.


Felicito a todos aquellos hombres y mujeres divorciados que cumplen cabalmente con su rol de padres, y que hacen todo lo posible para sus hijos sufran menos este penoso proceso llamado divorcio.


5 recomendaciones para que el proceso de adaptación al divorcio sea más fácil, llevadero y práctico, de manera que los hijos se afecten lo menos posible.


1. Los cambios radicales afectan enormemente, por ejemplo la mudanza, el cambio de escuela, no ver a uno de sus padres, ser privados de privilegios a los que estaba acostumbrado, etc. En la medida de lo posible mantengan la estabilidad y las rutinas.

2. Los hábitos y las normas deben prevalecer en ambos hogares. Es común rigidez en un hogar y permisividad en el otro, esto no ayuda en el fortalecimiento de la autodisciplina, y mucho menos en el reconocimiento de la autoridad. Platiquen ustedes sobre lo que esperan en relación a la disciplina de sus hijos.

3. No evidencien sus desacuerdos frente a los hijos. Las discusiones cuando provienen de las personas más importantes de su vida, los deprimen. Pónganse de acuerdo en lo privado, acostúmbrense a ceder, aprendan a negociar; háganlo por el bien de los hijos no tanto por el suyo.

4. Ambos padres son súper importantes para el hijo. Cuando hablas mal de papá o de mamá le afectas significativamente, le llenas de rencor hacia ti. Él no tiene la culpa del comportamiento irresponsable que tenga su papá o mamá, y no va a compartir contigo el concepto negativo en el que tengas a tu expareja. No hables mal de tu ex.

5. Favorece el contacto con tu ex. La formación de una nueva familia en alguno de sus padres no es su culpa, y si aparecen medios hermanos tampoco lo es. Deja que convivan libremente; te deposite el dinero o no, cumpla con los acuerdos contigo o no. Cuando no le permites a tu “ex” ver a sus hijos, a quienes castigas en realidad son a los niños.



Psic. Gabriel Bello / especialista en adolescentes

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